-Viajaba solo cuando chocó contra un muro de hormigón y volcó a continuación.
-Sufrió heridas gravísimas en cabeza y tórax.
-Logró triplicar los votos de su formación, ultraderechista y xenófoba, en las elecciones del 28 de septiembre.El líder ultraderechista austríaco Jörg Haider falleció en la madrugada de este sábado en un accidente de tráfico cerca de Klagenfurt, la capital del estado federado del que era gobernador desde 1999. Según las primeras noticias, el automóvil en el que viajaba solo el político de 58 años se salió de la calzada hacia las 1.30 (23.30 GMT del viernes), chocó contra un muro de hormigón y volcó a continuación. Haider sufrió gravísimas heridas en la cabeza y en el torso y falleció poco después en el mismo lugar del accidente, sin que los equipos de rescate pudieran hacer nada por salvarle, dijo un portavoz de la policía a la agencia APA. El vehículo quedó completamente destrozado tras la colisión que, según un testigo, se produjo después de que el Volkswagen Phaeton que conducía Haider, hiciera un adelantamiento en la localidad de Lambichl, al sur de Klagenfurt. La policía había cerrado al tráfico la zona del siniestro e investigaba las causas a primeras horas de la mañana. Se da la circunstancia que la madre de Haider se había desplazado a la residencia de éste para celebrar su noventa aniversario en compañía de su hijo, su esposa y sus dos hijas. En la noche del viernes, Haider, que era conocido más allá de las fronteras de Austria por sus controvertidas declaraciones sobre el nacionalsocialismo y la inmigración en su país, participó en un acto político y partió después a su latifundio de Bärental, en Carintia. El político ultraconservador era gobernador de este estado federal desde 1999 y fue presidente del Partido Liberal Austríaco (FPÖ) desde 1986 hasta 2005, cuando se escindió de esta formación para crear el Partido para el futuro de Austria (BZÖ). Con este partido, Haider, que logró casi triplicar los votos en las elecciones parlamentarias del 28 de septiembre, se disponía ahora a negociar la formación de una coalición de gobierno con otras cuatro fuerzas políticas de la república alpina. El éxito del BZÖ estuvo basado en exclusiva en la personalidad de Haider, por lo que su portavoz, Stefan Petzner, declaró a la prensa que "para nosotros es el fin del mundo".
-Sufrió heridas gravísimas en cabeza y tórax.
-Logró triplicar los votos de su formación, ultraderechista y xenófoba, en las elecciones del 28 de septiembre.El líder ultraderechista austríaco Jörg Haider falleció en la madrugada de este sábado en un accidente de tráfico cerca de Klagenfurt, la capital del estado federado del que era gobernador desde 1999. Según las primeras noticias, el automóvil en el que viajaba solo el político de 58 años se salió de la calzada hacia las 1.30 (23.30 GMT del viernes), chocó contra un muro de hormigón y volcó a continuación. Haider sufrió gravísimas heridas en la cabeza y en el torso y falleció poco después en el mismo lugar del accidente, sin que los equipos de rescate pudieran hacer nada por salvarle, dijo un portavoz de la policía a la agencia APA. El vehículo quedó completamente destrozado tras la colisión que, según un testigo, se produjo después de que el Volkswagen Phaeton que conducía Haider, hiciera un adelantamiento en la localidad de Lambichl, al sur de Klagenfurt. La policía había cerrado al tráfico la zona del siniestro e investigaba las causas a primeras horas de la mañana. Se da la circunstancia que la madre de Haider se había desplazado a la residencia de éste para celebrar su noventa aniversario en compañía de su hijo, su esposa y sus dos hijas. En la noche del viernes, Haider, que era conocido más allá de las fronteras de Austria por sus controvertidas declaraciones sobre el nacionalsocialismo y la inmigración en su país, participó en un acto político y partió después a su latifundio de Bärental, en Carintia. El político ultraconservador era gobernador de este estado federal desde 1999 y fue presidente del Partido Liberal Austríaco (FPÖ) desde 1986 hasta 2005, cuando se escindió de esta formación para crear el Partido para el futuro de Austria (BZÖ). Con este partido, Haider, que logró casi triplicar los votos en las elecciones parlamentarias del 28 de septiembre, se disponía ahora a negociar la formación de una coalición de gobierno con otras cuatro fuerzas políticas de la república alpina. El éxito del BZÖ estuvo basado en exclusiva en la personalidad de Haider, por lo que su portavoz, Stefan Petzner, declaró a la prensa que "para nosotros es el fin del mundo".
Haider: de "xenófobo y antisemita" a "hombre de estado responsable"
La muerte del líder ultraconservador Jörg Haider en un accidente de tráfico este sábado supone la pérdida del dirigente más astuto y camaleónico de la posguerra en Austria y deja una incógnita en el espectro político del país.
Admirado y denostado, Haider deja acéfala a la Alianza para el Futuro de Austria (BZÖ), que creó en 2005, en medio de las negociaciones para formar un gobierno, que deberá pasar casi ineludiblemente por una coalición, según la aritmética parlamentaria.
En el año 1999 se convirtió en candidato importante a Primer Ministro para el 2000, pero la Unión Europea exige a Austria cancelar su nominación debido a sus tendencias de ultra-derecha, hecho que se efectúa, y que de no haberse dado así sería muy probablemente el actual Primer Ministro austriaco.
En las elecciones generales de este 28 de septiembre Haider casi triplicó los votos hasta el 11% con su tono conciliador y porte de hombre de Estado, que contrastó con los otrora ruidoso y radicales mensajes xenófobos y coqueteos con el nacionalsocialismo.
Al ponerse al frente de la campaña electoral del BZÖ, formación resultante de la escisión con el Partido Liberal Austríaco (FPÖ), Haider demostró tener un innegable carisma y ser la locomotora que atrae al votante joven y al desencantado con los cantos de sirena de los partidos tradicionales.
Pocas horas después de su muerte, que acaeció hacia las 01.30 horas (23.30 GMT del viernes) ya habían comenzado las cábalas sobre una posible reunificación del BZÖ con el FPÖ, encabezado por Heinz-Christian Strache, ex discípulo de Haider y su rival desde 2005, aunque últimamente se había percibido un acercamiento entre ambos.
Estas dos formaciones acumulan el 29% del apoyo popular, porcentaje casi igual al del Partido Socialdemócrata Austríaco (SPÖ), el más votado en los comicios del mes pasado, y tendrán mucho que decir en las negociaciones para formar un nuevo gobierno.
Los socialdemócratas, encargados por el presidente del país para formar el gobierno, se han negado en rotundo desde hace años a negociar una coalición con el partido de Haider y con el FPÖ por su política contraria cuando no hostil a la inmigración, sus devaneos euroescépticos y su populismo a favor del "hombre de la calle".
Con estas posturas, Haider y sus condiscípulos se han ganado muchos enemigos, no sólo en la política interior, sino en el extranjero, entre ellos la del ex presidente francés Jacques Chirac, al que aquel líder calificó una vez de "Napoleón de bolsillo".
Chirac no olvidó esta afrenta y se encargó después de encabezar una campaña entre los países miembros de la Unión Europea que culminó con la imposición de sanciones a la república alpina que duraron ocho meses. En cualquier caso, con la muerte de Haider habrá que barajar las cartas de nuevo.
Hombre de Estado
En primer lugar, el BZÖ deberá encontrar un sucesor que llene la huella dejada por este político al que no le han faltado etiquetas. Oportunista, egocéntrico, camaleónico, ultraderechista, neonazi, xenófobo, populista inveterado y antisemita, pero también gran talento, carismático, líder nato, gran personalidad política y dirigente fascinante son algunos rasgos que le han dedicado sus compañeros de viaje y enemigos.
Con su reciente metamorfosis política, Haider se presentó como un hombre de Estado responsable alejado del "enfant terrible" de la escena austríaca que le caracterizó en el pasado. Así se granjeó las simpatías de los sectores más desafectos a los dos grandes partidos, que han dominado la escena política en Austria en la posguerra, los conservadores democristianos y los socialdemócratas, y logró triplicar el apoyo popular hasta casi el 11 por ciento de los votos.
En Israel, donde Haider era tenido por un simpatizante de la causa nazi, la prensa lo consideraba este sábado casi como un político "moderado" comparado con Heinz-Christian Strache, jefe de los liberales austríacos (FPÖ), que podría encabezar ahora la reunificación con los seguidores de BZÖ del fallecido dirigente.
La muerte del líder ultraconservador Jörg Haider en un accidente de tráfico este sábado supone la pérdida del dirigente más astuto y camaleónico de la posguerra en Austria y deja una incógnita en el espectro político del país.
Admirado y denostado, Haider deja acéfala a la Alianza para el Futuro de Austria (BZÖ), que creó en 2005, en medio de las negociaciones para formar un gobierno, que deberá pasar casi ineludiblemente por una coalición, según la aritmética parlamentaria.
En el año 1999 se convirtió en candidato importante a Primer Ministro para el 2000, pero la Unión Europea exige a Austria cancelar su nominación debido a sus tendencias de ultra-derecha, hecho que se efectúa, y que de no haberse dado así sería muy probablemente el actual Primer Ministro austriaco.
En las elecciones generales de este 28 de septiembre Haider casi triplicó los votos hasta el 11% con su tono conciliador y porte de hombre de Estado, que contrastó con los otrora ruidoso y radicales mensajes xenófobos y coqueteos con el nacionalsocialismo.
Al ponerse al frente de la campaña electoral del BZÖ, formación resultante de la escisión con el Partido Liberal Austríaco (FPÖ), Haider demostró tener un innegable carisma y ser la locomotora que atrae al votante joven y al desencantado con los cantos de sirena de los partidos tradicionales.
Pocas horas después de su muerte, que acaeció hacia las 01.30 horas (23.30 GMT del viernes) ya habían comenzado las cábalas sobre una posible reunificación del BZÖ con el FPÖ, encabezado por Heinz-Christian Strache, ex discípulo de Haider y su rival desde 2005, aunque últimamente se había percibido un acercamiento entre ambos.
Estas dos formaciones acumulan el 29% del apoyo popular, porcentaje casi igual al del Partido Socialdemócrata Austríaco (SPÖ), el más votado en los comicios del mes pasado, y tendrán mucho que decir en las negociaciones para formar un nuevo gobierno.
Los socialdemócratas, encargados por el presidente del país para formar el gobierno, se han negado en rotundo desde hace años a negociar una coalición con el partido de Haider y con el FPÖ por su política contraria cuando no hostil a la inmigración, sus devaneos euroescépticos y su populismo a favor del "hombre de la calle".
Con estas posturas, Haider y sus condiscípulos se han ganado muchos enemigos, no sólo en la política interior, sino en el extranjero, entre ellos la del ex presidente francés Jacques Chirac, al que aquel líder calificó una vez de "Napoleón de bolsillo".
Chirac no olvidó esta afrenta y se encargó después de encabezar una campaña entre los países miembros de la Unión Europea que culminó con la imposición de sanciones a la república alpina que duraron ocho meses. En cualquier caso, con la muerte de Haider habrá que barajar las cartas de nuevo.
Hombre de Estado
En primer lugar, el BZÖ deberá encontrar un sucesor que llene la huella dejada por este político al que no le han faltado etiquetas. Oportunista, egocéntrico, camaleónico, ultraderechista, neonazi, xenófobo, populista inveterado y antisemita, pero también gran talento, carismático, líder nato, gran personalidad política y dirigente fascinante son algunos rasgos que le han dedicado sus compañeros de viaje y enemigos.
Con su reciente metamorfosis política, Haider se presentó como un hombre de Estado responsable alejado del "enfant terrible" de la escena austríaca que le caracterizó en el pasado. Así se granjeó las simpatías de los sectores más desafectos a los dos grandes partidos, que han dominado la escena política en Austria en la posguerra, los conservadores democristianos y los socialdemócratas, y logró triplicar el apoyo popular hasta casi el 11 por ciento de los votos.
En Israel, donde Haider era tenido por un simpatizante de la causa nazi, la prensa lo consideraba este sábado casi como un político "moderado" comparado con Heinz-Christian Strache, jefe de los liberales austríacos (FPÖ), que podría encabezar ahora la reunificación con los seguidores de BZÖ del fallecido dirigente.
Fuente: 20minutos.es
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