El Empecinado

Un 25 de septiembre de 1.775 nace en un pueblo vallisoletano llamado Castrillo del Duero Juan Martín Díez. A los habitantes de este pueblo se les llamaba empecinados, debido al arroyo que atravesaba la aldea, lleno de pecina (cieno verde). Se cree que de ahí viene el apodo posterior de este personaje.
Vivió en una familia de labriegos (y de hecho, aun se conserva su casa) durante 18 años, hasta que en 1.793 llega la guerra del Rosellón (Primera Coalición). Juan Martín corre a alistarse en filas españolas, y es asignado al 7º regimiento de laceros de caballería de España. Ya en esta guerra quedó impresionado por la efectividad de las técnicas guerrilleras de los miquelets. Sirvió en el ejército del general Ricardos, y al ver su valentía y decisión en el combate, este último le nombró su ordenanza.
Al término de la guerra, Juan Martín v uelve a su casa, y allí permanece hasta que contrae matrimonio en 1.796 con Catalina de la Fuente, habitante de un pueblo llamado Fuentecén, en Burgos. Allí se afinca y vive calmadamente de su antiguo oficio de labrador.
Sin embargo, doce años después los franceses invadieron España. Es en estos momentos cuando Juan Martín toma la decisión de luchar contra el francés. Se cree que esta decisión estuvo motivada por la violación de una muchacha de su pueblo por parte de un soldado napoleónico. En cuanto se enteró de la noticia, según cuentan, nuestro protagonista se dirigió al soldado francés y le dio muerte.
Sin saberlo, este violador anónimo había despertado al más peligroso enemigo que el francés tendría en las dos castillas. Poco después de haber cometido el asesinato, El Empecinado comenzó a forjar su leyenda, saliendo al monte con varios parientes y amigos, entre ellos sus tres hermanos y un amigo de tan solo dieciséis años, y creando una improvisada partida de guerrilleros.

Es la casa natal del Empecinado, héroe guerrillero de la guerra de la
Independencia española. Juan Martín Díez, entre otras hazañas,
expulsó a los franceses de Roa en unión del Cura Merino.

Nada más ser creada, la primera acción de esta banda fue interceptar un correo militar francés en el camino real entre Burgos y Madrid. Este camino sería en un principio su zona de jurisdicción. En estos lares, El Empecinado, contando con la ayuda de tan solo doce hombres consigue causar cerca de ochocientas bajas a los franceses en varios ataques. Normalmente atacaban a correos con información de importancia política o militar, que en muchas ocasiones iban escoltados por uno o varios regimientos de caballería, a los que Juan y sus hombres sorprendían y aniquilaban.
Fue en esta época cuando combatió del lado del ejército español en la batalla de Medina de Rioseco y en la de Cabezón de Pisuerga, las dos en Valladolid. Por desgracia, se perdieron ambas batallas. Fue entonces cuando concibió la idea de hacer su propia guerra, como tantos otros militares de la guerra de la independencia.
Consigue rotundos éxitos por toda la cuenca del Duero hasta que el capitán general de Castilla, el señor Gregorio de la Cuesta, decide mandarle apresar y encarcelar en Burgo de Osma por, tras cumplir la orden de capturar a una dama francesa pariente de un mariscal, hospedarla en su casa en vez de cumplir sus órdenes y llevarla al Capitán General . Más consigue escapar a primeros de mes debido a la entrada de los franceses en la ciudad y levantar una nueva guerrilla con sus tres hermanos, que en poco tiempo conseguirá cerca de 6.000 efectivos.
Al ver el enorme daño que El Empecinado causaba al ejército francés, Napoleón envía al general Joseph Leopold Sigisbert Hugo. (Padre del escritor Víctor Hugo)Este, para intentar que el guerrillero se entregase, capturaron a su madre, amenazando con ejecutarla si no se rendía. Entonces amenazó el Empecinado con matar él a todos los prisioneros franceses (unos cien) que se encontraban en su poder más todo aquel enemigo que hallase en su camino y capturase. Acabaron liberando a su madre.
Con sus éxitos militares también llegaban títulos, como el que le fue otorgado por la junta central. En Abril de 1809 fue nombrado por esta comandante de caballería. Este nombramiento ocasionó su traslado a la cuenca del Duero y Guadalajara, para trasladarse en septiembre a Sigüenza, en La Mancha.
Casi un año después, en 1810, se le otorga el rango de Brigadier de Caballería. Desde entonces sus acciones estuvieron delimitadas entre Madrid, Cuenca y Guadalajara. En este año el general Hugo vuelve a intentar que El Empecinado deje de atacar a los franceses, enviándole una misiva en la cual se le ofrecía traspasarse con tropa, honores y rango al ejército de José Bonaparte.
En 1811, constando ya su guerrilla de un tamaño más que considerable, es nombrado coronel del Regimiento de Caballería de Cazadores de Guadalajara. Su guerrilla se incorpora al ejército regular como la 5ª División del 2º Ejército. En ese mismo año es nombrado general.
Participó en 1813 en la defensa de la ciudad de Alcalá de Henares, destacándose en una acción en la cual venció a un ejército francés que le doblaba en número sobre el río Henares. Fernando VII autorizó a la ciudad el levantamiento, monumento que en 1823 derribaría. En 1879, la ciudad construye otro monumento, que ha llegado hasta nuestros días.
Un año después, Juan Martín es ascendido a Mariscal de Campo, y se gana el derecho a firmar como El Empecinado de forma oficial. Además también se le otorga el derecho a que todos sus descendientes se apoden de igual manera que él.
Firma de Juan Martín Díez
Después de que, en 1815, Fernando VII le confirmase Mariscal, le envió una misiva en la que solicitaba la convocatoria de las cortes para volver a poner en vigor la constitución de 1812. Esta solicitud fue castigada por el rey, quien desterró al Empecinado a Valladolid. Aún así, el guerrillero permaneció leal al monarca.
Sin embargo, en 1820, Juan Martín se une al levantamiento de Rafael de Riego en Cabezas de San Juan y lucha contra las tropas realistas de Fernando VII. Se cuenta que durante esta guerra el monarca intentó atraerle a su bando enviándole una misiva, mas Juan Martín le respondió al emisario: "Diga usted al Rey que si no quiere la Constitución que no la hubiera jurado; que el Empecinado la juró y jamás cometerá la infamia de faltar a sus juramentos".Tras el triunfo de la sublevación, es nombrado segundo cabo de Valladolid y gobernador militar de Zamora. Así permanece hasta el fin del trienio liberal, cuando se ve obligado a huir a Portugal.
En el mismo año de 1823, se le garantiza que no se actuará contra él si regresa a España. Juan Martín Díez, deseoso de volver a su país, cruza la frontera. Sin embargo, es detenido mientras dormía por una partida realista en el pueblo de Olmos de Peñafiel (Valladolid). Es trasladado El Empecinado al pueblo de Nava de Roa (Burgos). Allí pasa dos años en prisión, hasta que se le condena a muerte por ahorcamiento.
Y así moría Juan Martín Díez El Empecinado el 19 de Agosto de 1825, tras ser vejado y humillado del peor modo.
Una muestra del carácter de este hombre fue que la palabra empecinado pasó a identificarse como un sinónimo de perseverancia y obstinación.
Fuente: PortalHistoria.com
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