Como antiguos campesinos judíos, los hermanos Bielski pertenecían a una pequeña minoría de judíos. Aunque eran los únicos judíos en una aislada aldea, tenían un fuerte apego a las tradiciones judías. Al igual que sus vecinos bielorusos, eran pobres, con una educación muy limitada. Familiarizados con la vida en el campo, los Bielski eran muy independientes. Ya en el verano de 1941, los hermanos habían sido advertidos por amigos bielurosos que serían arrestados por haber trabajado anteriormente con las autoridades soviéticas. Escaparon al campo.
Cuando en verano de 1942 perdieron a sus padres, familiares y amigos, los hermanos Bielski, con algunos parientes y seguidores -alrededor de 30 individuos- organizaron una unidad partisana. Tuvia, el mayor de los hermanos, fue nombrado comandante. Desde el comienzo, Tuvia, mi líder fuerte, insistió en que todos los judíos, independientemente de edad, sexo y otras características, fueran aceptados en el grupo. Su política encontró oposición interna.
Algunos miembros consideraban esta política de puertas abiertas como una amenaza a la existencia del grupo. Pero Tuvia argumentó que un destacamento partisano de mayor tamaño significaba mayor seguridad. Como líder carismático, Tuvia mantuvo su posición inicial. Esta política fue la que prevaleció.
Suspendido en un medio ambiente hostil, la otriad de Bielski trató de neutralizar las amenazas que lo rodeaban cooperando con los partisanos soviéticos. Al principio, esta cooperación se extendió a la recolección de alimento y a operaciones militares conjuntas. Diferentes grupos partisanos fueron asignados a diferentes aldeas para confiscar alimento. Enfrentados con hombres armados, los campesinos no tenían más alternativa.
Mientras algunos de los soldados soviéticos pudieron haber sido desertores voluntarios, otros habían sido dejados atrás debido a circunstancias especiales. Los rusos se retiraban rápidamente, de manera caótica, y parte del ejército pudo haber sido abandonado inadvertidamente que compartir sus limitadas provisiones. Mientras los alimentos eran reunidos separadamente por cada grupo, los ataques a los alemanes y a sus colaboradores eran organizados conjuntamente. Estos ataques armados tenían como objetivo la adquisición de armas y bienes. Sólo muy esporádicamente sus ataques anti-alemanes implicaban sabotaje, tales como cortar cables de teléfono o volar trenes y puentes.
Durante su historia, de 1942 a 1944, la otriad de Bielski sufrió algunas transformaciones. Al principio, el grupo llevó una existencia nómada, moviéndose de lugar en lugar. Hacia fines de 1943, se estableció una base más permanente en el enorme, pantanoso, y en parte inaccesible bosque de Nolibocka. En esta etapa el campamento se parecía a una pequeña ciudad, con muchas fábricas y talleres. Entre estas empresas se encontraban una herrería, una tienda para reparar rifles, una zapatería, una fábrica de embutidos y otras empresas.
El establecimiento de estas fábricas tuvo importantes consecuencias. Ellas transformaron a los partisanos de Bielski en proveedores de servicios al movimiento partisano soviético, una conexión importante en sí misma. Además, en el bosque el antisemitismo a menudo se expresaba como quejas de que los judíos comían mucho sin contribuir con nada de valor, privando por tanto al resto de los partisanos, los combatientes “reales”, de alimento. Los servicios especiales ofrecidos por la otriad de Bielski contribuyeron a neutralizar algunos de estos sentimientos anti-judíos. Por otra parte, los intercambios económicos que surgieron en los talleres y fábricas mejoraron la situación económica del destacamento de Bielski y disminuyó el peso sobre los jóvenes combatientes de la misma quienes tenían que ir en busca de alimento en peligrosas expediciones.
Finalmente, también, la participación en estas empresas contribuyó al bienestar psicológico de los trabajadores. En particular, la gente de más edad y las mujeres comenzaron a sentirse miembros útiles de la otriad. En Bielorusia occidental los rusos eran numérica y políticamente dominantes. Sin embargo, la mayor parte de las unidades partisanas rusas eran una mezcla étnica de rusos, bielorusos, ucranianos, judíos, polacos y lituanos. Cada grupo étnico era política y socialmente heterogéneo. Diferentes en términos de antecedentes, nacionalidad y demografía, estos antiguos habitantes del bosque tenían mucho en Común. Ninguno de ellos hacia pronunciamientos ideológicos. Todos estaban preocupados con la auto-preservación. Todos habían venido al bosque porque querían vivir, no porque quisieran pelear.
El gobierno soviético reconoció rápidamente los beneficios potenciales de sus antiguos soldados y de otros partisanos: ellos podían ayudar a que Rusia pelease al enemigo desde dentro. Hombres especialmente entrenados fueron enviados por Moscú para organizar un movimiento de guerrillas en los densos bosques bielorusos. Estos organizadores, patrocinados por el gobierno, encontraron muchos más partisanos de lo que habían anticipado y no les fue fácil controlarlos.
En la segunda parte de 1943, cuando la marea de la guerra cambió, Stalin hizo un nuevo y concertado esfuerzo para establecer un control más firme sobre los movimientos partisanos. Numerosos hombres fueron enviados desde la Unión Soviética en paracaídas hacia Bielorusia occidental. Otros llegaron en aviones que aterrizaron en aeropuertos secretamente construidos, cerca de los bosques. Aun después del flujo de estos organizadores especiales, los partisanos rusos retuvieron mucho de su independencia y nunca se sometieron totalmente al dominio soviético.
Hasta el final de 1943, en Bielorusia occidental, los ataques de los partisanos rusos a los alemanes eran escasos. Cualesquiera fueran los encuentros que tuvieron lugar, ellos reflejaban la principal característica del combate guerrillero, es decir, evitar las confrontaciones directas con el enemigo. Cuando eran atacados, los partisanos preferían no combatir. Ellos se dispersaban con la esperanza de reagruparse más tarde. Sólo cuando estas tácticas no eran posibles, sólo cuando los partisanos no tenían alternativa, combatían. Parece que, a lo largo de su historia, las actividades del combate partisano han sido altamente exageradas. Muchas expediciones anti-alemanas eran planeadas y discutidas por los partisanos rusos, pero nunca se materializaron.
Sin embargo, con el tiempo, los partisanos rusos ganaron mayor control prácticamente no sólo sobre todos los grupos partisanos sino también sobre áreas de los bosques. Su control se extendió hacia las ciudades y aldeas adyacentes. A fines de 1943, no era inusual que las autoridades locales evitaran estos enclaves partisanos. Sin embargo, este dominio territorial era desigual, a menudo marcado por excepciones y cambios, retiradas repentinas y recapturas.
Fuente: http://ar.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080116171955AATdLHz
-Los partisanos de Bielski (En inglés)
-Resistencia judia durante el Holocausto
-Trailer de la película Resistencia (Defiance)
-Documental - Historia de la 2ª Guerra Mundial - Polonia
-Documental - Holocausto, exterminio de judios
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