Joseph Merrick es si se quiere el hombre mas desafortunado que ha existido, nació como un niño normal, pero a la edad de cinco años comenzó a desarrollársele una rara enfermedad llamada síndrome de proteo, que consistía en deformación de algunas partes del cuerpo, el mismo Merrick se describe en su autobiografía de esta manera:
“Mi cráneo tiene una circunferencia de 91,44 cm., con una gran protuberancia carnosa en la parte posterior del tamaño de una taza de desayuno. La otra parte es, por describirla de alguna manera, una colección de colinas y valles, como si la hubiesen amasado, mientras que mi rostro es una visión que ninguna persona podría imaginar. La mano derecha tiene casi el tamaño y la forma de la pata delantera de un elefante, midiendo más de 30 cm de circunferencia en la muñeca y 12 en uno de los dedos. El otro brazo con su mano no son más grandes que los de una niña de diez años de edad, aunque bien proporcionados. Mis piernas y pies, al igual que mi cuerpo, están cubiertos por una piel gruesa y con aspecto de masilla, muy parecida a la de un elefante y casi del mismo color. De hecho, nadie que no me haya visto creería que una cosa así pueda existir”
Su madre murió de bronconeumonía en diciembre de 1861 y su padre posteriormente se casó con Emma Wood Anthill en 1874, quien para mala fortuna de Merrick lo despreciaba y lo aborrecía debido a su cada vez mas pronunciada deformidad, esto lo obligó a huir de casa en varias oportunidades, pero su padre siempre lo traía de vuelta, trabajó como vendedor ambulante de telas y cremas para zapatos, pero al ver su deformidad la gente le temía, lo repudiaba y hordas de niños detrás de Joseph golpeándolo y burlándose de él, total su vida era una total tragedia, su madrastra los seguía maltratando, le daba medias raciones de comida, e incluso platos vacíos, nuevamente Joseph escapó de casa y esta vez para nunca más volver.
Merrick se hizo internar en el hospital de Liecester, donde estuvo por dos o tres años, luego fue obligado a salir, nuevamente se hallaba sólo y en la calle, Merrick desde su nacimiento sufría también de una deformidad en la articulación de la cadera, lo que le hacía muy traumático el caminar, inclusive sobre superficies planas, así que no tuvo otra que ofrecerse como espectáculo en una feria donde exhibían fenómenos.
Durante mucho tiempo Joseph trabajó como fenómeno, en ese tiempo fue bien tratado e incluso llegó a juntar 200 libras esterlinas, los cuales para la época era una suma considerable.
Merrick se fue a Bélgica con otro empresario y este luego le robó todo el dinero, como pudo se las arregló para volver a Londres, y a la feria donde anteriormente estaba, fue en esta feria, en 1884, cuando Frederick Treves el gran héroe de esta historia y salvador de Joseph lo vio por primera vez.
Treves encontró en 1886 a Joseph en la estación de tren de Liverpool street , estaba desnutrido con bronquitis y la deformidad se había hecho peor, Treves se conmovió e inició una cruzada personal para conseguirle alojamiento indefinido a Joseph, (para la época, los hospitales en Londres, no ofrecían camas permanentes a enfermos crónicos o incurables) no era nada fácil, Treves acudió a la prensa, y difundió el caso, estos presionaron a los hospitales, y el dinero comenzó a llegar de todas partes de Europa, Treves incluso se entrevisto con Alexandra, Princesa de Gales, y con el Duque de Cambridge, quienes accedieron a conocer personalmente a Joseph Merrick el 21 de mayo de 1887, fue esta la estocada final a los sufrimientos de Joseph, por ordenes reales se le asignó un alojamiento permanente en el ala del hospital de Londres.
Cinco días después del Día de Pascua, Merrick asistió a las misas oficiadas en la capilla del hospital, su enorme y pesada cabeza venció por fin la resistencia de su cuello y cayó hacia atrás, fracturándoselo.
Así murió Joseph Carey Merrick el viernes 11 de abril de 1890 a la 1:30 de la tarde, como consecuencia de un dislocamiento cervical y asfixia provocada por el peso de su cráneo sobre la tráquea.
Tenía sólo 27 años.
Joseph Merrick era un hombre dulce, amable y agradecido. La única carta de su autoría está dirigida a una dama que le envió como obsequio una botella de whisky y un libro. La mujer había leído un artículo sobre Merrick en el London Times.
La carta dice textualmente:
“Estimada señorita Maturin:
Le agradezco profundamente el whisky y el libro que tan amablemente me envió. El whisky era espléndido. Vi a Mr. Treves el domingo, y me dijo que debía enviarle a usted el mayor de mis respetos.
Con enorme gratitud y siempre suyo,
Joseh Merrick
Hospital de Londres
Whitechapel”.
Fuente: http://enzodavid.wordpress.com/2007/04/28/joseph-merrick-y-su-tragedia/
-http://axxon.com.ar/rev/145/c-145Divulgacion.htm
-Película - El Hombre Elefante (1/12) (2/12) (3/12) (4/12) (5/12) (6/12) (7/12) (8/12) (9/12) (10/12) (11/12) (12/12)
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