Rumanía: el milagro que no llega.

Cuando el salario mínimo es de 120 euros y un kilo de pollo cuesta cerca de cinco, cuando el gasto en electricidad y gas supera el escuálido monto de la pensión de millones de jubilados o ser operado a tiempo conlleva pagar un soborno, salir adelante exige mucha imaginación.

Así se vive en Rumanía, al menos la mayor parte de la población. El país se zafó del comunismo hace 20 años y ahora se debate entre el avance impulsado por su entrada en la Unión Europea (UE) y el anquilosamiento provocado por la corrupción y el déficit constitucional.

Muchos hablan de la adhesión en 2007 con un tono que sugiere melancolía y cabreo. "Los rumanos éramos optimistas y teníamos mucha esperanza en que la Unión nos ayudaría, pero ahora la esperanza ha entrado en declive", explica la senadora, eurodiputada y jurista Norica Nicolai, del Partido Nacional Liberal (PNL) -tercera fuerza política-.

Las ventajas para el país y sus ciudadanos parecen no llegar. Primero fue la moratoria de dos años a la libre circulación de trabajadores por cuenta ajena, después, la mano dura de Bruselas que ante el incumplimiento de varios de sus compromisos decide paralizar la entrega de fondos, principalmente para la agricultura.

"Choca el hecho de que Rumanía es un país que necesita fondos, pero no los utiliza. El problema reside en que tenemos una cultura institucional frágil, en que hay mucha corrupción y ni siquiera los responsables saben cómo escribir un proyecto, por eso no se puede acceder al dinero", argumenta el decano de la Universidad de Bucarest Cristian Preda, miembro del Partido Demócrata Liberal (PDL), de centro-derecha y ex consejero personal de los presidentes Emil Constantinescu y el actual Traian Basescu.

El 'milagro español' que no llega

Rumanía esperaba vivir el 'milagro español' (como se refieren los europeístas al cambio en España desde su adhesión a la UE), y ante las dificultades incluso le ha pedido asesoramiento para elaborar los proyectos de aplicación de los Fondos Estructurales, ofreciéndole a cambio toda su buena predisposición para que las empresas españolas inviertan en su territorio.

Mientras, el país sólo alcanza el 30% de renta de la media comunitaria y bate el récord de pobreza en el noreste. Su mercado crediticio hace aguas y el capital extranjero (francés y austríaco, sobre todo) amenaza con retirar su capital. Pese a ser uno de los principales productores agrícolas de Europa, de todo lo demás importa mucho más de lo que exporta.

El azote de la crisis ha sido la última gota para colmar su vaso y se ha convertido en el tercer país comunitario -tras Hungría y Letonia-, que recurre a la ayuda de organismos internacionales para salvarse de la quiebra. Recibirá ayudas por unos 20.000 millones de euros para evitar una posible bancarrota.

"Más del 40% de la población rumana vive en el ámbito rural y la mayoría son pobres. Tienen una economía natural, que se basa en intercambios a nivel local, en muchos casos la moneda ni siquiera se utiliza, pero debido a la solidaridad familiar logran salir adelante. Esta pobreza es la consecuencia de la incapacidad del estado de proteger a sus ciudadanos", añade Preda.

Poblado rumano en España

Malabares para llegar a fin de mes

El actual gobierno rumano está formado por una coalición entre el Partido Demócrata Liberal (PDL, centro-derecha) y el Partido Socialdemócrata (PSD, formado por algunos ex comunistas), que hasta su victoria en las legislativas de noviembre de 2008 estuvieron en la oposición. En aquel momento se las veía como dos fuerzas irreconciliables que se unían frente a la crisis económica, y la realidad es que ambos partidos son fieros rivales desde los años noventa.

"Es como si en España hubiera un gobierno del PP y el PSOE, al final no paran de acusarse los unos a los otros y todo permanece estancado", opinaba Gabriela Isac, asesora senior del Ministerio de Medio Ambiente rumano, sobre el delicado 'statu quo' resultado de un intenso regateo de ministerios y presidencias.

Así las cosas, malabares es lo que hace la mayoría de la población para llegar a fin de mes, como los tres millones de jubilados que están por debajo del umbral de pobreza del Banco Mundial. El mercado negro y el fraude son herramientas necesarias para los que se quedan, mientras que los que se van tampoco lo tienen fácil.

Alrededor de dos millones y medio de personas han emigrado en los últimos años, la mayoría a Italia y España. Ahora, el gobierno rumano quiera que regresen a casa porque, según dicen, hay trabajo por hacer, algo que los que salieron ponen en duda. "Allí no hay trabajo y además pagan muy poco, nadie quiere volver", afirma María Radu, rumana residente en Coslada (Madrid)

Chinos y tailandeses abarrotan ahora Rumanía para ganar unos 200 euros al mes, por debajo de la prestación que percibiría un trabajador en paro en España. "Los rumanos no quieren volver al país por una parte porque los bajos sueldos fomentan el trabajo en el mercado negro y por otra parte porque los servicios sociales son débiles y corruptos, como el sistema de salud", explica el líder sindicalista Bogdan Hossu.

No hay que olvidar que la desesperada salida del país de muchos padres deja desde hace años un rastro de niños que cerecen de la suficiente estructura familiar. El gobierno acaba de crear una ley que obliga a los emigrantes a designar un adulto para que se haga cargo de ellos, de no hacerlo se exponen a multas de hasta 2.500 euros.

La Fundación Soros afirma que unos 350.000 menores viven en Rumanía sin uno de sus padres, o incluso sin ambos. "Sufren mucho, los hijos y los padres, que tienen que irse para ganarse la vida, es muy difícil", se lamentaba en Coslada (Madrid) Ionea Popa, una inmigrante originaria de la región de Galati que tiene familiares en esa situación.


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Fuente del texto: Amanda Figueras (Enviada especial) | Bucarest http://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/20/union_europea/1248086802.html

-Presentación Power Point sobre Rumanía

-La delincuencia organizada está dominada por rumanos, según la policía.

1 comentario:

Georgiana dijo...

¿Te sientes muy orgulloso del powerpoint que hiciste? Si tuvieras un poco de sentido común, no publicarías un powerpoint que muestra los aspectos más feos de un país, ya que tus hechos pueden dar lugar a que los ignorantes que habitan España estén más convencidos aún de que en Rumanía sólo viven gitanos.

Estoy de acuerdo en qué has mostrado una parte real de mi país, pero pienso que por lo menos podías haber comparado esas partes feas con las partes bonitas. Porque sí, Rumanía es un país muy bonito y lo que enseñas en el powerpoint no representa ni el 15% de lo que en realidad es mi país.

¿Por qué no escribir sobre cosas positivas, por qué no publicar fotos de las preciosas casas que hay en Rumanía, de los paisajes naturales que tiene, de las tradiciones rumanas, etc?

Es más fácil seguir la moda ovejuna que hay en España de tirarle tierra a los rumanos, de despreciarlos y de llamarlos a todos gitanos. ¿No piensas que no debería ser así?

Espero que mi comentario te haga pensar un poco más sobre lo que escribes.

Saludos