La historia nos ha enseñado que a la larga ningún tirano se sale con la suya. Fueron simples humanos que en ocasiones lograron hacer creer a sus seguidores que se trataban de seres divinos. La gran mayoría de estos canallas han acabado siendo ejecutados o han tenido que poner pies en polvorosa para evitar la justicia del pueblo. Claro está que alguno se ha librado (pongamos como ejemplo al malnacido Stalin), pero son los menos.
Aquí os pongo una seria de fotografías que deberían hacer reflexionar a alguno de estos que todavía hoy se dedican a masacrar a su gente, o a someter a naciones y a los que lo único que les importa es el poder y vivir en la opulencia a cualquier costa. ¡Temblad malditos, la historia os juzgará!