La tumba de Pedro II, la única no profanada del medievo.

Los estudios previos de inspección y análisis realizados a la tumba de Pedro II el Grande parecen corroborar que se trataría de la única tumba real de la Corona catalano-aragonesa de época medieval que no ha sido profanada y que, por lo tanto, "podría aportar datos inéditos del rey".

El Departamento de Cultura y Medios de Comunicación, bajo la dirección del Museo de Historia de Cataluña (MHC), ha anunciado que restaurará las tumbas reales del Monasterio de Santes Creus (Tarragona), coincidiendo con el 850 aniversario del monumento, que se celebra el próximo año.

Las tumbas reales, que datan del siglo XIV, corresponden a los reyes Pedro II el Grande, Jaime II y su esposa Blanca d'Anjou y al almirante Roger de Llúria.

En rueda de prensa, el consejero de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, ha destacado especialmente la apertura de la tumba de Pedro II el Grande (Valencia, 1240-Vilafranca del Penedès, 1285), hijo de Jaime I y Violant d'Hongria, para su restauración y estudio.

En este sentido, los estudios previos de inspección y análisis "parecen corroborar que se trataría de la única tumba real de la Corona catalano-aragonesa de época medieval que no ha sido profanada y que, por lo tanto, podría aportar datos inéditos del rey".

Este hecho se ha constatado tras una analítica de gases y una endoscopia con una pequeña cámara dentro del sepulcro, que también ha demostrado que, aunque hubo intentos de saqueo, la tumba sigue intacta desde hace más de 700 años.

Las imágenes de la endoscopia muestran la presencia de unos restos humanos que ocuparían la largura total de la bañera, cubiertos por un tejido y contenidos dentro de una estructura de ataúd, probablemente de madera y sin tapa, y permiten intuir la presencia de un cráneo y de un posible capacete o casco.

El proyecto de restauración prevé la apertura de la tumba -una de las últimas de un rey medieval todavía por estudiar- lo que supondrá "una oportunidad única para obtener datos sin precedentes sobre la vida y el físico del rey", como su ADN, sus características físicas, las enfermedades que sufrió, la causa de su muerte o su dieta.

Además, la obtención del perfil genético de Pedro II El Grande servirá para tratar de demostrar si los restos que se conservan en el vecino Monasterio de Poblet, en Vimbodí (Tarragona), pertenecen a su padre, Jaime I El Conquistador, ha destacado la responsable de gestión de monumentos del MHC y coordinadora del proyecto, Marina Miquel.

Las dudas acerca de la autenticidad de los restos se deben al hecho de que los panteones de los reyes de la antigua Corona de Aragón -excepto el de Pedro II- fueron saqueados en el siglo XIX, por lo que los huesos de más de cien monarcas se dispersaron y mezclaron.

Al margen de las características personales de Pedro II, el estudio de sus restos arrojará información sobre los rituales que se seguían en los entierros reales de la época, así como la indumentaria, las armas y los objetos de uso real que se pudieran encontrar.


También se utilizarán las nuevas tecnologías para hacer una reconstrucción facial del rey, que fue enterrado como un emperador en "un sepulcro muy sofisticado", consistente en una bañera de pórfido, elaborada en época antigua, probablemente con piedra procedente de Egipto, y de las que sólo quedan once en toda Europa.

El consejero, que ha recalcado la importancia "histórica, a nivel nacional e internacional" del proyecto, ha anunciado que, si el estado de los restos lo permite, el cuerpo del rey será trasladado al Centro de Restauración de Bienes Muebles de la Generalidad, con sede en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), para ser restaurado y analizado.

En caso contrario, los trabajos se realizarán 'in situ', ha dicho Treserras, quien ha definido a Pedro II El Grande como "un gran personaje histórico", considerado el responsable de la expansión mediterránea de la Corona catalano-aragonesa en la edad media y citado por autores como Dante, Bocaccio o Shakespeare.

El estudio se enmarca en un proyecto de restauración de las tumbas reales del monasterio de Santas Cruces -primeros ejemplos del arte gótico catalán-, presupuestado en 750.000 euros y que incluye otras actuaciones, como las medidas de mejora del acogimiento de los visitantes y la nueva señalización interpretativa.

-Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/26/barcelona/1259248365.html

-Pedro II de Aragón

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